Fecha de creación: 08/Enero/2014
Introducción:
Pasaje
Central:
Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea
predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido,
y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio. (Marcos 1:14-15)
La palabra Tiempo es del griego Kairós que significa:
Tiempo, temporada, sazón, oportunidad, chance, momento adecuado u oportuno ó tiempo
de Dios.
En griego Kronos también significa tiempo,
pero este se le conoce como el tiempo de los hombres cuando Kairós se le conoce
como el tiempo de Dios.
Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del
cielo tiene su hora. (Eclesiastés 3:1)
Cuando algo se ha desatado de parte de Dios,
es el tiempo y la temporada para hacerlo, no es el momento de pedir
confirmaciones sino es el momento de actuar y tomar lo que Dios ya te prometió.
Desarrollo:
Cuando el pueblo de Israel salió de Egipto
Dios hizo milagros en todo el camino, el ejercito del faraón quedo atrapado en
la mar, reyes que quisieron destruirlos Dios los entrego en sus manos, profetas
que quisieron maldecirlos al final terminaron bendiciéndolo.
Dios no saco a Israel de Egipto para vivir de
ambulantes y no tener una tierra para ellos, Dios los saco de Egipto primero
para ofrecer sacrificio y luego para llevarlos a conquistar la tierra
prometida.
Dios te saco del cautiverio no para ser un
cobarde, sino para ser un conquistador.
Y les contaron, diciendo: Nosotros llegamos a la tierra a
la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; y este es el fruto
de ella. Mas el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy
grandes y fortificadas; y también vimos allí a los hijos de Anac. Amalec habita
el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el
cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán. Entonces Caleb hizo
callar al pueblo delante de Moisés, y dijo: Subamos luego, y tomemos posesión
de ella; porque más podremos nosotros que ellos. Mas los varones que subieron
con él, dijeron: No podremos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte
que nosotros. Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían
reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra
que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son
hombres de grande estatura. También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de
los gigantes, y éramos nosotros, a nuestro parecer, como langostas; y así les
parecíamos a ellos. (Números 13:27-33)
Durante la temporada de Dios escucharas dos voces:
1.
La
voz del miedo. (la incredulidad, el temor, el desanimo, la inferioridad, la
falta de identidad)
2.
La
voz de Dios. (Conquista que porque es mayor el que está en ti, que el que está
en tus enemigos.)
Moisés el líder de Israel decidió oír la “voz
del miedo” y por ello ninguno de ellos entro a la tierra prometida y dio
vueltas en el desierto 40 años, excepto Caleb y Josué quienes fueron los únicos
dos que decidieron por la “voz de Dios”
Porque los hijos de Israel anduvieron por el desierto
cuarenta años, hasta que todos los hombres de guerra que habían salido de
Egipto fueron consumidos, por cuanto no obedecieron a la voz de Jehová; por lo
cual Jehová les juró que no les dejaría ver la tierra de la cual Jehová había
jurado a sus padres que nos la daría, tierra que fluye leche y miel. (Josué 5.6)
Es tiempo de levantar conquistadores.
Cuando Dios se determina a conquistar una
tierra prometida y el líder y el pueblo no está listo, va a esperar hasta que
venga otro líder y otro pueblo que esté dispuesto a oír su voz y conquistar en
su nombre.
Aconteció después de la muerte de Moisés siervo de
Jehová, que Jehová habló a Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo: Mi siervo
Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este
pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Yo os he entregado,
como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestro pie. (Josué 1:1-3)
Cuando Dios levanta conquistadores los lleva
de ser servidores a ser lideres que conquistan, Josué entro a la tierra
prometida porque decidió oír la voz de Dios, decide ser un conquistador.
Conquista lo que tus padres no pudieron
conquistar, desata en ti el mismo espíritu que estuvo en Josué, en David, en
Ester, en Jesús, en Pablo, En Pedro, Etc.
Un conquistador puede ser cualquier persona,
pero cuando decide oír la voz de Dios, pasa de ser un desapercibido a ser un
conquistador.
El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su
Dios, y él será mi hijo. Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y
homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos
tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte
segunda. (Apocalipsis 21:7-8)
Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi
trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. (Apocalipsis 3:21)