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El Premio lo reciben los Ganadores - Anciano Rosendo Ramírez

Fecha de creación: 07/Agosto/2013

Introducción:

Pasaje Central:

Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. (Santiago 1:12)

La palabra griega para Tentación es Peirasmós que significa: poner a prueba, provocación.

La tentación es todo aquello que nos quiere apartar o distraer de una meta en particular.

Hablando en términos de competencia la tentación seria la prueba para demostrar si eres merecedor de la corona de la vida.

Si soportas o vences la tentación entonces serás proclamado vencedor.


Desarrollo:

La prueba

¿Porque la tentación es nuestra prueba?

Para responder esto primero debemos respondernos ¿cuál es la paga del pecado?: –Muerte (Separación) y el pecado es el que origino la muerte y la separación de Dios con los hombres, y es la misma que nos puede dejar fuera del Reino de los cielos.

La tentación es en si la prueba (La cancha, la pista, la piscina, el lugar donde se desarrolla la competencia o disciplina)
El pecado es el obstáculo o la trampa que nos dejara fuera de la competencia.

Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. (Santiago 1:13-15)

Concupiscencia es el deseo desordenado por los placeres.
Concebido: Comenzar a sentir alguna pasión o afecto.
Consumar: Llevar a cabo totalmente algo.

¿Quién es el que nos tienta?

Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan. (Mateo 4:3)

En este capítulo encontramos dos palabras que se refieren al tentador El diablo o Satanás, él es el que no tienta.
 
El premio

¿Cuál es el premio que recibiremos?

No tengas miedo de lo que estás por sufrir. Te advierto que a algunos de ustedes el diablo los meterá en la cárcel para ponerlos a *prueba, y sufrirán persecución durante diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida. (Apocalipsis 2:10 NVI)

No te asustes por los sufrimientos que vienen. Escucha, el diablo va a meter a algunos de ustedes en la cárcel para ponerlos a prueba. Van a sufrir durante diez días, pero sigue firme en tu fe, incluso si tienes que morir. Si no renuncias a tu fe, yo te premiaré con la vida eterna. (Apocalipsis 2:10 Palabra de Dios para Todos (PDT))

El premio es la corona de la vida o la vida eterna, cuando Adán peco introdujo la muerte, cuando Jesús murió nos dio la posibilidad de recibir la vida eterna.

El equipo permitido

¿Cuál es el equipo permitido?

Armas:
Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo (2 Corintios 10:4-5)

Velar (estar atento) y oración:
Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.  (Mateo 26:41)

El Espíritu Santo:
Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles.   (Romanos 8:26)

Las promesas de premiación

El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la vida, el cual está en medio del paraíso de Dios. (Apocalipsis 2:7)

El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su nombre delante de mi Padre, y delante de sus ángeles. (Apocalipsis 3:5)

Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. (Apocalipsis 3:21)

El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo. (Apocalipsis 21:7)

 
Conclusión
Todas las promesas comienza con una frase “El que venciere” para poder recibir el premio de parte de Dios hay que vencer, la única forma de entrar al Reino de los cielos es venciendo, la única forma de no ir al infierno es venciendo.

Recuerda:
- Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?
- somos más que vencedores por medio de Cristo Jesús.

Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. (Hebreos 4:15-16)

Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados. (Hebreos 2:18)