“Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.” Salmos 51:10
Obediencia es someterse a la autoridad voluntariamente; es estar persuadido interiormente.
Ser obedientes significa que estamos plenamente convencidos o persuadidos que no existe otra alternativa más que escuchar y obedecer la voz de Dios, aun cuando no queramos hacerlo.
Si no estamos dispuestos a obedecer a Dios antes de escuchar Su voz, entonces Él no nos hablará, porque hay áreas en nuestro corazón que están frías.
Hay 4 áreas que debemos cruzar para obedecer a Dios:
1. Nuestra propia conveniencia
La podemos ver en las persona que no vienen a la iglesia porque… “está muy lejos” o porque… “ahí se sirve demasiado”.
2. Lo provechoso
La vemos en las personas que van a la iglesia sólo porque… “allí me tratan bien”, o porque… “yo sé que me van a hacer sentir bien”.
3. Lo razonable
La mente que razona siempre le va a poner excusas a Dios. Cuando usted razona con Dios, encuentra cualquier pretexto, por pequeño que sea, para huir de Él. Hay personas que no quieren hacer la voluntad de Dios y ponen como excusa haber sido heridos en la iglesia.
4. El sacrificio
Cuando hay que hacer algún sacrificio, muchos no obedecen. La pregunta es, “¿Puede usted obedecer más allá de su razón? ¿Puede usted obedecer más allá del sufrimiento y la inmadurez?
El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. Santiago 1:8
Aquellos que no le prestan atención a la autoridad de Dios, sólo se están satisfaciendo a sí mismos. La persona que siempre quiere ser satisfecha, y no quiere morir o rendirse a algo, no ama a Dios sinceramente. Sólo aparenta amar a Dios, pero en verdad está buscando su propia satisfacción.
Cuando la mente no está decidida, es señal de debilidad.
Una de las características de ser único, es que usted va contra la corriente; muchas veces la gente no lo entenderá, como les pasó a Noé y Moisés.
Si usted quiere ser pionero, usted debe ser agresivo en las cosas de Dios.
Una de las características de alguien que tiene hambre
es que ama lo que hace.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado
a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda,
mas tenga vida eterna. Juan 3:16
Sin amor no hay avivamiento. Todo avivamiento comienza en el corazón. En otras palabras, para que se produzca una revolución en su vida, usted debe amar a Dios. ¡Sólo entonces habrá verdadera transformación en su vida!
¿Por qué Dios nos prueba?
Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos. Salmos 139:23
Si la Gloria de Dios va caer sobre usted, Él primero debe probar su corazón.
El punto de acceso al corazón de Dios
Hambre, es el punto desde donde se logra acceder al corazón de Dios. El hambre es la libertad de Dios dentro de usted, que no puede ser manipulada ni controlada. Es una jornada continua y sin fin.
¡No importa cual sea su posición, nunca olvide su intimidad con Dios!
Dios quiere TODO su corazón HOY. ¿Va a entregárselo?
Fuente: El Rey Jesús