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Audio – ¿Amas a Jesús? - Anciano Rosendo Ramírez

Por Rosendo Ramírez
17/Agosto/2013

Introducción:

Pasaje Central:

Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. (Romanos 8:28)

La palabra griega para Ayudan es Sunergéo que significa: Un colaborador, cooperar, actuar.

Propósito significa Intención original.

El intento original de Dios al crear la humanidad fue extender los dominios del cielo a la tierra, es por ello que Jesús dijo: Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. (Mateo 6:10)

Escucha la predica en Audio:

Desarrollo:

¿Qué es el amor?

En el diccionario encontramos:

Amor es: Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser.

En la biblia encontramos:

Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. (Juan 15:13)

Jesús nos dio una gran definición del amor, el amor no es un sentimiento es una decisión, pues nadie por sentimiento quiere poner su vida para sufrir en lugar de otro, el amor tiene que ser demostrado a través del sacrificio.

En este versículo también encontramos una gran revelación que uno ponga su vida por sus amigos al morir Jesús por nosotros somos considerados sus amigos.

El gran mandamiento de la ley

Y amarás a Jehová tú Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. (Deuteronomio 6:5)


Esta es una orden de un superior a un inferior, siendo Dios el superior y nosotros los inferiores, viéndolo desde el punto del Reino, Dios es el Rey y nosotros sus súbditos.

Jesús es un rey, justo, salvador y humilde.

Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna. (Zacarías 9:9)

Jamás aconsejara a su pueblo para beneficio propio sino para beneficio de su pueblo.

Si cumplimos este mandamiento entonces Romanos 8:28 es nuestro.

¿El amor hacia a Dios se puede demostrar?

Si, se puede ver y demostrar, vemos a nuestro Rey dando indicaciones de cómo demostrarlo:

Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Él le dijo: Apacienta mis corderos. Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas. Le dijo la tercera vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro se entristeció de que le dijese la tercera vez: ¿Me amas? y le respondió: Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo. Jesús le dijo: Apacienta mis ovejas. (Juan 21:15-17)

Después de la negación de Pedro y la muerte de Jesús, Pedro regreso a sus ocupaciones anteriores que era ser pescador.

Jesús le lanzo tremenda pregunta, no le pregunto qué tal se sentía, no le pregunto porque lo había negado, no le pregunto si se sentía a gusto siendo Cristiano, le pregunto si lo AMABA.

¿Pedro me amas?... si es así entonces dale alimento a mis corderos.
¿Pedro me amas?... si es así entonces cuida de mis ovejas.
¿Pedro me amas?... si es así entonces dale alimento a mis ovejas.

Jesús no estaba pidiendo de Pedro una respuesta si no que lo estaba confrontando con su realidad, había dejado el rebaño descuidado por seguir sus propios intereses, por lo tanto la respuesta era evidente.

¿Qué cuidado y alimento puedo darles a las ovejas?

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. (2 Corintios 1:3-4)

Si Jesús te libero, entonces ve tú a liberar a otros.
Si Jesús te sano entonces ve tú a sanar a otros.
Si Jesús te bendijo ve tú a bendecir a otros.

Conclusión
El mensaje de Jesús a la iglesia de Éfeso fue muy claro.

Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. (Apocalipsis 2:4)

Cuando recién aceptamos a Jesús como salvador, le queremos predicar hasta a las piedras y ese amor Jesús no quiere que se pierda, sino que constantemente se avive, avivemos hoy el amor de Dios cuidando y alimentado a sus ovejas.